jueves, 30 de mayo de 2013

Un poco mas



Se puede afirmar que el Bowling es un deporte de reto, tanto si se practica de manera lúdica como en competición.

La práctica de esta disciplina implica desarrollar una técnica individual tan compleja como se quiera, y en ella se conjugan facetas como: agilidad física, concentración, precisión e interacción física-mental en la coordinación del sentido del ritmo, equilibrio, el control muscular y sobre todo emocional, incluyendo sobre todo la confianza en nosotros mismos.

la intención que únicamente se persigue es, resumir y aportar ideas muy básicas, que permitan al jugador de bowling mejorar su juego; tanto si practica bowling finger como convencional.

                         



  • Buen estado físico y emocional. Un catarro, sensación de hambre o sed, cansancio o sueño, etc, operan e inciden siempre negativamente en el estado de ánimo y la disposición a jugar. Si tienes que competir y te encuentras mal física o anímicamente, es mejor jugar otro día. La óptima predisposición emocional en este juego tiene mucha similitud al golf; para aplicar la mejor inercia y precisión a la bola no se debe estar ni eufórico ni excesivamente relajado.

  • Elección de la bola. La elección de la bola que mejor se adapte a nuestra forma de jugar es fundamental. Debemos elegir una bola, que por su peso y posición de taladros, no merme nuestra capacidad de reproducir correctamente el lanzamiento durante las sucesivas partidas que hagamos.

  • Calzarse adecuadamente. Realizar suaves ejercicios de calentamiento general y específicos sobre tronco y articulaciones que más se vayan a trabajan durante al menos 5 minutos, resulta muy conveniente. El cuerpo no puede estar rígido para jugar y los músculos deben estar calientes y elásticos, es decir, en disposición de trabajar y sudar la camiseta.  Mientras calentamos, es importante verificar el estado de la pista en la zona donde se ejecuta la carrera y el lanzamiento; una pista sucia nos complicará mucho la ejecución correcta del lanzamiento; si está poco sucia, podremos limpiarla con un paño húmedo en alcohol; pero si la suciedad está muy extendida, es mejor pedir a los técnicos de mantenimiento de la bolera que limpien la pista adecuadamente, ya que éstos como expertos que son, sin duda comprenderán y accederán a nuestra solicitud; si esto ocurre en competición oficial, conviene advertir a los organizadores el problema observado.

  • Concentración. La concentración debe ser lo más completa posible; cualquier circunstancia que pueda producirnos una alteración de la concentración durante la fase previa al lanzamiento, debe hacernos desistir del mismo, conviene colocar la bola en la tronera y completar nuevamente la concentración antes de lanzar.

  • Carrera de aproximación. La carrera de aproximación resulta aproximadamente un 80% en el éxito del lanzamiento; la ejecución incorrecta de este movimiento marca negativamente el movimiento resultante del brazo con la mano, y seguramente, el resultado final obtenido. Esta carrera debe hacerse con pasos cortos que aseguren el equilibrio y completarse sin prisas o cambios de ritmo, esto garantiza fluidez y el tiempo necesario para pendular bien el brazo, sacar correctamente la mano y colocar la bola en la marca con la misma intensidad. Una carrera bien ejecutada minimiza también un pequeño error en la colocación de la bola sobre la marca elegida.

  •  Posición de la mano. La posición de la mano que lanza la bola debe ser siempre la misma, y vendrá definida dentro de la técnica, por la que consideremos más cómoda y ventajosa por su fluidez y efectividad demostrada en los entrenamientos que se realicen al efecto. La mano, debemos hacerla sincronizar con el movimiento del cuerpo y el péndulo del brazo.

  •  Movimiento del brazo. El movimiento del brazo que lanza la bola debe hacerse sincronizado con la carrera y el equilibrio del cuerpo, igualmente, debe ejecutarse sin prisas ni cambios bruscos de ritmo; resulta fundamental pendular siempre el brazo con la misma intensidad, para sacar el brazo hacia delante a más velocidad y colocar la bola sobre la marca deseada.

  •  Movimiento del brazo izquierdo. Desde el primer momento hasta el final, el otro brazo también contribuye al equilibrio del cuerpo en la carrera de aproximación, muchas veces no lo tenemos en cuenta y de forma involuntaria y a veces sin advertirlo, provocamos que el cuerpo se desestabilice sobre el lado del brazo que lanza la bola, fallando por tanto la precisión del lanzamiento. Inicialmente debe estar ayudando a soportar la bola (de forma natural y no forzada) por la parte inferior y contraria a la otra mano; durante los pasos debe ir extendido y separado del cuerpo para ayudar al equilibrio; y en el momento de soltar la bola contribuye también a mejorar el equilibrio y precisión del lanzamiento, haciendo de contrapeso al moverse hacia atrás y hacia abajo algo más cerca del cuerpo.

  • El factor psicológico. Incide de forma muy directa sobre el jugador y el desarrollo de una partida. El jugador debe intentar en todo momento lanzar sin presión y ceñirse a la técnica para no dejarse llevar, ni por la desmoralización por algún/os fallos ni por la engañosa euforia que algún pleno le seduzca a una excesiva y dulce relajación . El jugador durante la partida, debe darse cuenta de como está jugando; si lo está haciendo bien, debe intentar no cambiar nada para mantenerse en esa línea de regularidad; y si está fallando, debe advertir en qué se está equivocando y cómo corregirlo rápidamente para no sacrificar la partida. Para ello, el jugador debe tener asimilados los conocimientos y la práctica de este juego.
Un último consejo práctico: Cuando estés compitiendo y la presión te atenace con fuerza; olvídate del marcador, del adversario, del marcador del adversario, del público y de todo lo exterior a ti; refúgiate en la técnica porque es tu mejor aliada, ¿cómo?, repasa en tu cabeza tranquilamente los tres pilares básicos de la técnica:

- Pasos cortos que aseguren el equilibrio
- Carrera pausada para completar el péndulo
- Bola en la marca.

  • Precisión. La precisión es el resultado final de la correcta realización de todos los apartados anteriormente descritos, el éxito de esta precisión depende y se resume sin duda, en una predisposición física y psicológica conjugadas con una decidida ambición de pleno y remate. En este deporte, estar mentalmente motivado y tener ganas de jugar puede resumirse como la regla de oro.






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